La interpretación de una ordenanza municipal, la insistencia de un funcionario público por cobrar doble tributación y la idea de que la radiación 4G causa males a la salud, todo al mismo tiempo, tiene parada la construcción de nueva red celular 4G-LTE en una región de 130,000 habitantes de Paraguay.

Caaguazú, un territorio de 1,000 kilómetros cuadrados ubicado en medio del profundo Paraguay, corre el riesgo de quedarse desconectado de los servicios de telefonía celular e Internet móvil de cuarta generación (4G-LTE), después de que un reglamento municipal, por un lado, y el desconocimiento de los efectos que provocan las torres celulares con su radiación en los humanos, por otro, amagan con obligar a los operadores a desmontar las antenas que han venido construyendo en recientes meses con esa tecnología para comunicar a 130,000 paraguayos de esa región.

El plazo para desmontar ese tipo de instalaciones estaba fijado para la medianoche de este viernes 24 de junio, pero el día amaneció con la noticia de que la nueva fecha límite es el viernes 15 de julio, un tiempo que las operadoras podrán aprovechar para negociar con las autoridades nuevos permisos de construcción de torres celulares, de lo contrario la plaza de Caaguazú, a casi 200 kilómetros de la capital Asunción y a otros 200 kilómetros de la frontera con Brasil, se quedará sólo con las torres previamente montadas con tecnología 2G, para servicios de voz y mensajes de texto.

Si bien una de las empresas que está enfrentando el problema es la firma de infraestructura para radiobases Torrecom S.A., las afectadas directamente también son las empresas AMX Paraguay S.A., Núcleo S.A. y Telecel S.A., razones sociales de las marcas Claro, Personal y Tigo, respectivamente, que contratan a ese tipo de empresas para colocar sus antenas. Las dos primeras son compañías filiales de América Móvil del empresario Carlos Slim y de Telecom Argentina, del empresario David Martínez, ambos mexicanos.

Las empresas habían comenzado a colocar torres y antenas 4G desde la banda de los 700 MHz que compraron por un combinado de 84 millones de dólares hacia el año 2018 a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Paraguay (Conatel) y para ir llevando ese tipo comunicaciones a todo el país a mediano plazo. En aquellas fechas, Claro había pagado 24.2 millones de dólares por su paquete de espectro; Personal, otros 24 millones de dólares, mientras que Tigo pagó 36.3 millones de dólares por sus señales, todo ese dinero por frecuencias de 700 Megahertz a nivel nacional.

Aparte, las compañías cuentan también con espectro en los 850 MHz y en los 1800 MHz, y también en los 2.6 GHz para hacer coberturas 4G-LTE en todo el país.

Una radiobase montada para utilizar ese tipo de espectro bien podría radiar sobre un territorio de hasta cinco kilómetros de distancia y su costo de instalación rodaría los 1.1 millones de pesos mexicanos, unos 55,000 dólares, según la experiencia de operadores mexicanos.

En el caso de Caaguazú, esa inversión ahora está detenida por la acusación de las autoridades de que las empresas no cuentan con los permisos correspondientes y porque algunos pobladores también rechazan su construcción, alegando que las comunicaciones 4G son causantes de malestares de salud.

La intendencia de Caaguazú, en cabezada por el intendente Severio Ríos Núñez, había emplazado a las telefónicas a desmontar sus antenas a más tardar este viernes. Su argumento se basó en una reglamentación de 2015 que negaba entonces más instalaciones de antenas celulares en Caaguazú, aunque la prensa local informa que la Ordenanza Municipal N° 94/2015 fue reemplazada ya por la Ordenanza Municipal N° 39/2022 y que Ríos Núñez ignoró esa nueva reglamentación, acusando que la municipalidad puede establecer cuotas para los operadores en esa materia, como ha ocurrido en México con casos similares en los gobiernos de Amanalco, San Luis Potosí y Zacatecas, que al final perdieron ante las telefónicas.

En respuesta a la postura del jefe de la intendencia de Caaguazú, un portavoz de Personal dijo a la radio ABC de Paraguay que “nadie se animó a tanto”, por el hecho de pedir el desmonte de las antenas celulares si no se pagan los nuevos permisos. El portavoz dijo que Personal de Telecom Argentina ya acudió al Tribunal de Cuentas de Paraguay para que resuelva sobre este asunto.

Pero el intendente Severio Ríos Núñez insiste en que las compañías celulares instalaron sus antenas de manera “clandestina”.

Mientras Claro, Personal y Tigo resuelven en juzgados si la Ordenanza Municipal N° 39/2022 de Caaguazú les da la razón para no pagar más tributo a la intendencia ante los recursos ya abonados anteriormente y en tanto la Conatel llega en su auxilio, un nuevo problema surgió esta misma semana con pobladores, que amagaron con destruir una antena celular levantada recientemente por Torres Gran Telcon y acusando que la torre fue construida a menos de 400 metros de una escuela, comprometiendo la seguridad de los niños de la zona y también la salud de todos los pobladores.

Tras un pleito de palabras que se transformó en golpes y con un empleado herido, según videos disponibles en Twitter, la empresa torrera paró entonces la construcción de su radiobase en Santa Isabel desde el 21 de junio pasado, un barrio de unas 10,000 personas que no tendrá reforzada mientras sus comunicaciones de 4G.

Por realidad de mercado, orografía y por estrategia de cobertura de cada filial local, las tres empresas, Claro, Personal y Tigo, comenzaban a llevar comunicaciones celulares con tecnología 4G-LTE a Caaguazú, para empezar a conectar a todo el departamento que roza el medio millón de habitantes, pero ahora la construcción de esas redes está parada.

La realidad también es otra a 6,500 kilómetros al norte, en la sierra de Oaxaca, donde los pobladores anhelan pronto recibir una señal 4G de Telcel, hermano de Claro, y de otras compañías como AT&T y Movistar.

Semanas atrás, la Conatel informó en un comunicado todavía disponible en su página institucional que había llevado notebooks a los niños de Caaguazú, confiando en que la cobertura 4G de los operadores los ayudaría a sacar mayor provecho de esos equipos y de las tecnologías digitales.

Periodista de negocios para El Economista, con especialidad en telecomunicaciones e infraestructura. Es licenciado en comunicación y... Ver más

Recibe nuestro newsletter diario con los contenidos destacados.

Una empresa de Nacer Global

Recibe nuestro newsletter diario con los contenidos destacados.

Copyright © 1988-2015 Periódico El Economista S.A. de C.V. All Rights Reserved. Derechos Reservados. Número de reserva al Título en Derechos de Autor 04-2010-062510353600-203. Al visitar esta página, usted está de acuerdo con los términos del servicio