En ocasiones seguro que has visto alguna interfaz de audio y te has preguntado qué es o para qué sirve. O tal vez necesitas una y no sabes qué mirar para elegir la correcta. En cualquier caso, aquí resolveremos todas tus dudas, permitiéndote conocer más acerca de estas interfaces que pueden ser internas o externas, con diferentes tipos de conexiones como podrás ver. Un complemento perfecto para músicos o streamers.
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Una interfaz de audio es un tipo de hardware que conecta micrófonos y auriculares, entre otros dispositivos de sonido, a tu PC. Una interfaz de audio típica convierte las señales analógicas en información de audio digital para que pueda ser procesada correctamente por el PC. Por eso se denomina interfaz, ya que actúa como una interfaz entre los dispositivos de audio analógicos y tu equipo.
Esta misma interfaz de audio también realiza el mismo proceso a la inversa, es decir, recibe información de audio digital del PC y la convierte a una señal analógica para poderla escuchar a través de periféricos conectados como unos altavoces, monitores de estudio, o unos auriculares. Puedes pensar que esto también lo puede hacer la tarjeta de sonido, pero como comprenderás, esto actúa como un extra, además de tener varias ventajas frente a solo usar una tarjeta de sonido convencional.
La mayoría de las interfaces de audio incluyen entradas y salidas analógicas con una o varias líneas. Además, también hay preamplificadores integrados, así como entradas y salidas también de tipo digital como AES, S/PDIF o ADAT (lightpipe). Y eso no es todo, ya que también suelen integrar un panel de controles de fácil acceso para modular o modificar el volumen de las señales sonoras.
Hay varias razones para usar una interfaz de audio dedicada, en lugar de la tarjeta de sonido integrada, como ya he mencionado anteriormente. Técnicamente hablando, una tarjeta de sonido es una interfaz de audio, pero su calidad de sonido limitada y su E/S mínima la hacen menos que ideal para músicos o streamers que necesitan algo más.
Muchas tarjetas de sonido solo tienen una entrada de línea estéreo, una salida de auriculares y posiblemente también alguna que otra salida adicional. Las interferencias electromagnéticas y de radio, la inestabilidad y la latencia excesiva degradan o afectan negativamente al audio tanto al entrar como al salir. Todo esto se puede solventar utilizando la interfaz de audio adecuada.
Es importante elegir una interfaz de sonido que sea adecuada, y eso empieza porque sea compatible con el puerto de tu PC. Una vez elegido esto de forma correcta, lo siguiente es fijarse en el número y tipo de entradas y salidas que necesita. Esto es algo que depende totalmente de lo que desee poder grabar o hacer, por lo que será cosa de cada usuario. La gama de interfaces de audio incluye todo, desde unidades de escritorio de 2 canales hasta sistemas que pueden grabar cientos de canales.
Si eres cantante/compositor, amateur o profesional, es posible que solo necesites un par de entradas. La mayoría de las interfaces de audio incluyen dos o más preamplificadores de micrófono. Si vas a utilizar micrófonos de condensador, querrás asegurarse de que los preamplificadores de su interfaz también estén equipados con alimentación fantasma. Si vas a conectar una guitarra o teclado directamente a tu interfaz, asegúrete de que la interfaz que compres tenga entradas para este tipo de instrumentos (también llamadas Hi-Z o de alta impedancia).
La E/S digital puede no parecer importante cuando comienzas en el mundo del sonido, pero puede ser increíblemente útil. Por ejemplo, algunos preamplificadores de micrófono de 1 o 2 canales de gama alta vienen equipados con salidas digitales, lo que te permite conectarlos a tu interfaz de audio sin privarte de otras entradas de tu tarjeta de sonido. Además, contarás con muchos más canales para realizar mezclas o enriquecer el sonido que estás grabando como necesites. Incluso puede que seas streamers y necesites varios micrófonos conectados para una entrevista, por poner un ejemplo.
Una de las constantes de la industria del sonido es que la tecnología no se queda quieta por mucho tiempo, siempre está en constante evolución. Y esto afecta también a los tipos y versiones de las conexiones empleadas para la interfaz de sonido. Puedes encontrar multitud de conectores como Thunderbolt, USB, FireWire y PCIe, aunque los más convencionales y frecuentes son el USB a nivel externo y PCIe a nivel interno.
La mayoría de PCs y Mac vienen equipadas con puertos USB (ya sea USB 2.x o USB 3.x), mientras que FireWire (ya sea 400 u 800) se encuentra principalmente en algunos PCs, aunque no es tan frecuente. Ambos protocolos tienen velocidades realmente buenas, suficiente para transportar los datos de audio. Sin embargo, puede que no sea buena idea elegir alguna interfaz algo más antigua con USB 1.x, ya que podría ser demasiado lento cuando se tiene más de un canal.
Thunderbolt es uno de los puertos con mejor rendimiento de la actualidad, dada su increíblemente velocidad y baja latencia. Por eso, algunas modernas interfaces de audio están usando este nuevo estándar de conexión, como el Thunderbolt 3, o Thunderbolt 4. Estos conectores pueden superar las velocidades de 40 Gbps y con cables de hasta 100 metros de longitud con cable óptico. No es necesario tal longitud normalmente, pero es positivo saber que se puede alargar el cable sin pérdidas o problemas en la señal si se necesitase.
No es la más frecuente, pero FireWire tiene una velocidad comparable a los USB y más estabilidad, por lo que puede ser más confiable para transmitir sonido de calidad y a nivel profesional, especialmente cuando se graba con varios canales. Sin embargo, no deja de tener desventajas son que hay menos interfaces que usan FireWire que USB y menos PCs que vienen equipados con puertos FireWire. Si no se dispone de este tipo de puerto tal vez haya que instalar una tarjeta de expansión con él.
La ventaja de usar un USB (3.x y 2.0) es que hay muchas interfaces diseñadas para funcionar con alimentación de bus USB. Además, este tipo de conexión también se puede usar para alimentar de energía a la interfaz de sonido, por lo que no necesitarás de fuentes externas si la vas a usar con dispositivos móviles o con un portátil. También hay algunas interfaces basadas en tarjetas PC Express y PCMCIA, que están diseñadas específicamente algunos portátiles más antiguos, aunque ya están en desuso.
PCIe (PCI Express) es una interfaz basada en un slot o ranura para conexión interna, lo que (por su propia naturaleza) significa que no puedes usar estas interfaces con portátiles. Al instalar efectivamente su interfaz de audio en la placa base de su computadora, obtiene la ventaja de omitir algunos de los procesos de conversión de datos que causan latencia y limitan el ancho de banda. La mayoría de las interfaces de audio PCIe están diseñadas para manejar un gran número de pistas y la velocidad casi instantánea requerida por los estudios profesionales y, en consecuencia, son más costosas que las interfaces FireWire o USB. Dicho esto, existen algunas interfaces PCIe asequibles que permiten que incluso los usuarios de nivel de entrada aprovechen este formato.
Puede que te estés preguntado sobre otros parámetros que suelen indicar los fabricantes de estas interfaces de audio y que pueden ser interesantes a la hora de elegir o descartar una interfaz de audio. Por ejemplo, como la profundidad de bits o la frecuencia de muestreo. Son algunas de las especificaciones enumeradas con casi todas las interfaces que existen.
Comencemos con la profundidad de bits. Cuando se trata de procesar audio, la profundidad de bits tiene un gran impacto en su sonido. La matemática simple es que 1 bit = 6dB. Eso significa que el audio de 16 bits (estándar de CD) tiene un rango dinámico total de 16 bits x 6 dB/bit, para un total de 96 dB. El problema es que el ruido de fondo digital es bastante alto y el rango dinámico restante es bastante pequeño. El resultado es que si trabaja en 16 bits, las secciones más silenciosas de su audio tenderán a ser ruidosas. Con un rango de 144 dB, el audio de 24 bits brinda a los profesionales de la producción el rango que necesitan para procesar el audio sin problemas. Es por eso que 24 bits se considera el estándar profesional y es muy recomendable.
Por otro lado, la frecuencia de muestreo es mucho más subjetiva. Cada muestra es una instantánea digital del audio capturado. El estándar de CD es de 44,1 kHz, es decir, toma 44.100 muestras o frames digitales del audio entrante cada segundo. La conversión de digital a analógico solo necesita dos muestras (la superior y la inferior) de una forma de onda para generar una frecuencia, por lo que la frecuencia de muestreo de 44,1 kHz es teóricamente capaz de reproducir frecuencias de hasta 22,05 kHz. El rango superior de audición humana es de entre 20 Hz y 20 kHz, por lo que, técnicamente, 44,1 kHz es más que suficiente para capturar y reproducir todos los sonidos que puede escuchar. Sin embargo, existen consideraciones adicionales, todas técnicas, que pueden o no sugerir que las frecuencias de muestreo más altas capturan información valiosa. Es por eso que la mayoría de los profesionales del audio eligen trabajar a 48kHz, 88,2kHz, 96kHz o incluso a 176,4kHz o 192kHz.
Al final, todo es relativo. Si planeas lanzar tu demo en CD o publicar archivos MP3 en línea, probablemente estarás bien trabajando o mezclando a 16 bits/44,1 kHz. Si planeas lanzar jazz en un formato de alta fidelidad, ni siquiera considerarás trabajar a menos de 24 bits/96 kHz. Las frecuencias de muestreo más altas, como 192 kHz, también son extremadamente útiles para el diseño de sonido. Esto se puede emplear no solo en la producción de audio, sino también en los sonidos de las películas, como lo que se usa para algunos efectos sonoros en la industria cinematográfica.
Lo más importante que debes recordar acerca de la frecuencia de muestreo y la profundidad de bits es que son menos importantes que la calidad de los convertidores digitales que utilizas. Por tanto, es también primordial fijarse en que estés ante un producto de buena calidad, como los que te vamos a aconsejar al final de este artículo.
Por último, existen algunas cosas adicionales que debes tener en cuenta. Primero, aunque la lista se acorta cada año, hay algunas interfaces de audio que solo son compatibles con Mac o PC. Por tanto, cuidado si estás utilizando otros sistema operativo, como puede ser Linux. Siempre deberías consultar la compatibilidad dantes de hacerte con la interfaz de audio para no llevarte sorpresas ingratas y que finalmente no te funcione.
Cada vez más interfaces incluyen algún tipo de control de software integrado y DSP para mezclar. Esta característica es increíblemente útil. La mezcla de software te permite hacer de todo, desde configurar mezclas de auriculares y agregar reverberación o retardo a las mezclas de auriculares hasta brindarle una comunicación de intercomunicación con los artistas en el estudio. Además, el control del software sobre el DSP integrado hace todo esto sin agregar latencia, agotar la potencia de la CPU o afectar tu software DAW.
Para finalizar el artículo, es también importante ver algunas recomendaciones que te hacemos sobre estos dispositivos de audio. Por ejemplo, algunas de las mejores interfaces internas y externas de la actualidad son:
Última actualización el 2022-11-22
Última actualización el 2022-11-19
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Con esto terminamos nuestro artículo sobre las interfaz de audio. ¿Te ha parecido útil? ¿Con qué cascos lo vas acompañar? ¿Cuál es tu modelo favorito?
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